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Regalo un díaa de ocio en viaje despedida en casa rural Mora . de grano; pero la suya es una esencia secundaria que resulta de muchos granos que tiene en sà verdadera y primera esencia. Y en este todo se dicen las cualidades de las partes tan secundarias como su ser; por lo cual se dice un montón blanco, porque los granos de que el montón se compone son blancos.      A la verdad, esta blancura está primero en los granos, y secundariamente puede llamársele bl
Regalo un día de turismo en fiestas de despedida en casa rural Petrer . uián, desconcertado?. No existe ninguna casa ni ningún pueblo en los alrededores. ?Creo que nos esperaba ?repuso Sephrenia. ?Eso es absurdo ?adujo él?. ¿Cómo te llamas, pequeña? ?añadió en dirección a la niña. ?Dejadme preguntar a mà ?intervino Sephrenia?. Es estiria, y los niños estirios suelen ser tÃmidos. Entonces se bajó la capucha y habló en un dialecto desconocido para Falquián. La pequeña a
Regalo un día de excursión endespedidas de solteras restaurantes en Cabanillas del Campo . l dÃa siguiente, a través de editoriales, artÃculos especializados, comunicados de todos los colores y debates por televisión, se desató la más tremenda ofensiva que el paÃs habÃa conocido, contra el nuevo Secretario de Estado. En setecientos lugares distintos de Buenos Aires, de los cuales doscientos son casas de familia, trescientos cincuenta confiterÃas y bares, y ciento cincuenta restaurantes,
Regalo un día de viaje despedida en casa rural Mora . un ruido dentro del cuarto . Hilda se interrumpió, murmurando: Ya sé que no me creerán, pero es la verdad. Alguien estaba allà dentro, atacando a mi suegro. Oà caer mesas y sillas, romperse porcelanas y jarrones, y luego aquel terrible grito. Después reinó el más completo silencio. Me quedé paralizada. No podÃa moverme. De pronto llegó mÃster Farr, Magdalene y todos los demás. MÃster Farr y Ha
Regalo un día de fiestas de despedida en casa rural Petrer . r de las cabezas de la gente. Mi padre se ponÃa enfermo cada vez que la radio o la televisión alentaban este tipo de rumores. Por otra parte, las empresas se habÃan quedado sin libros de contabilidad, algunos de los cuales sobrevolaban el cielo pesadamente con sus tapas negras: parecÃan buitres buscando cifras muertas. En cuanto a los billetes de banco, que habÃan perecido masivamente en el interi
Regalo un día de despedidas de solteras restaurantes en Cabanillas del Campo . asà se confirma cuando, superado un cambio de rasante, me encuentro con el mar a la vista, y me afirmo en aquel mundo, húmedo, salado, vivo; mis ojos se llenan de azul infinito y de arena dorada; me siento renacer en mi playa sin huellas, virgen como el primer dÃa de la creación. A mi espalda se alza el farallón de roca descendiendo hasta los escalones labrados a pico del embarcadero, al que a ve
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